martes, 24 de septiembre de 2013

El cambio climático produjo la “Década Extrema”, el decenio más cálido desde que existen registros meteorológicos

[Const.Puentes] El cambio climático produjo la “Década Extrema”, el decenio más cálido desde que existen registros meteorológicos
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Osver Polo <opc2015@gmail.com>
20 sep (hace 3 días)
para Construyendo

El cambio climático produjo la “Década Extrema”, el decenio más cálido desde que existen registros meteorológicos

La OMM baraja la cifra de 370.000 muertos durante la primera década del siglo XXI por el recalentamiento de la atmósfera. Durante estos años las temperaturas del planeta registraron máximos de calor nunca alcanzados, batiéndose todos los récords conocidos desde 1850, año en que comenzaron los registros meteorológicos.
Las muertes por olas de calor entre 2001 y 2010 se dispararon un 2.300%.
Las muertes por olas de calor entre 2001 y 2010 se dispararon un 2.300%.
Más calor, más lluvia y, sobre todo, más muertes causadas por el aumento creciente de las catástrofes naturales en todo el planeta por el cambio climático. Es el balance del último informe de la Organización Metereológica Mundial (OMM), publicado ayer en Ginebra, que subraya que la década 2001-2010 fue la más cálida desde que existen registros de temperatura.
La OMM baraja la cifra de 370.000 muertos durante la primera década del siglo XXI por el recalentamiento de la atmósfera. Durante estos años las temperaturas del planeta registraron máximos decalor nunca alcanzados, batiéndose todos los récords conocidos desde 1850, año en que comenzaron los registros meteorológicos.
El mayor número de víctimas se produjo por las olas de calor en Europa en 2003 y en Rusia en 2010. También el huracán Katrina en Estados Unidos y ciclones como el Nargis en Myanmar causaron un número considerable de víctimas. La OMM señala que la frecuencia de estos fenómenos está aumentando en un 20% respecto al decenio 1991-2000.
Esta década ha sido la más calurosa para ambos hemisferios, tanto en la temperatura alcanzada en los océanos como en la superficie terrestre, confirma el organismo. Añade que los récords de calor han sido acompañados por una rápida disminución de la masa de hielo en los círculos polares y en los glaciares de todo el mundo.
Exceptuando 2008, cada uno de los años del decenio 2001 -2010 figura entre los diez más calurosos jamás mencionados por los registros. El máximo récord lo consiguió 2010, afirman los expertos de la organización.
A causa del deshielo, el nivel de los mares aumentó 3 milímetros (mm) anuales, duplicando la tendencia de 1,6 mm observada durante el siglo XX y, de acuerdo con los científicos de la OMM, el promedio del nivel global de los mares entre 2001 y 2010 superó en 20 cm el nivel registrado en 1880.
Titulado «2001-2010, una década de temperaturas extremas», el estudio advierte acerca de la elevada concentración de gases de efecto invernadero que han sido detectados en la atmósfera durante estos años. El dióxido de carbono alcanzó 389 partes por millón en 2010, un aumento del 39% desde que comenzara la era industrial en 1750.
«El aumento de la concentración de altas temperaturas que atrapan los gases con efecto de invernadero están cambiando nuestro clima con incalculables consecuencias para el medio ambiente y los océanos que están absorbiendo ambos, el dióxido de carbono y el calor», afirmó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
El mar sube 20cm desde 1880
El informe se publicó con motivo de la primera sesión del panel intergubernamental sobre servicios climáticos, un grupo de trabajo que supervisa el marco de las directivas globales sobre cambio climático y busca ayudar a los países a afrontar las variaciones del clima.
Un 44% de los 139 países evaluados en el informe registraron durante esta década los mayores récords de calor en su historia, frente a sólo el 24% entre 1991 y 2000. Respecto a las precipitaciones, la década 2001-2010 ha sido la más húmeda desde 1901, principalmente durante 2010, el año más lluvioso desde que existen esta clase de registros.
De acuerdo con las previsiones de los científicos, nos dirigimos hacia épocas con mayores olas de calor y con episodios más extremos. « Elclima se ha recalentado de manera clara entre 1917 y 2010 aunque el ritmo del aumento de las temperaturas en las décadas 1991-2000 y 2001-2010 no tiene ningún precedente », declaró Jarraud.
En total, el número de afectados por las catástrofes naturales en esta década ha dejado un balance de 250 millones de personas afectadas, y los destrozos causados por los 511 ciclones registrados durante estos años ocasionaron pérdidas por valor de 380.000 millones de dólares.
EcoPortal.net
Ideal
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domingo, 22 de septiembre de 2013

Posposición de la tercera colectiva sobre cambio climático y cuidado del planeta.




Hola Compañeros,  debido a que el gobierno está trabajando en las calles de la zona colonial en el arreglo del drenaje pluvial  y la calle en donde está el Taller Publico Silvano Lora  en donde realizaríamos la tercera colectiva sobre cambio climático y cuidado del planeta está intransitable y ellos nos comunicaron que se hace imposible por ahora cualquier  actividad en el  esa zona, nos hemos visto en la obligación de posponer la colectiva hasta nuevo aviso.

Ya estamos buscando un nuevo lugar donde realizarla, por lo que los invitamos a seguir trabajando para que esta actividad sea exitosa y pronto les  avisaremos el lugar y la fecha donde realizaremos dicho.

Artistas Unido por un Planeta Posible.

Madre naturaleza.

Foto tomada de Facebook.

lunes, 16 de septiembre de 2013

El rastro de una lagrima.

EL RASTRO DE UN LÁGRIMA.

He seguido el camino de una lágrima dibujada en el rostro del atardecer, ya oscurece, esperamos a Felipe y a Ñoñó que fueron a pescar tilapias a la laguna de Manganagua, ha sido duro el día en el largo trajinar del hambre, la sequía  destruyó toda la cosecha y la peste mató a todas las gallinas, el monte achicharrado por el sol de julio resplandece con las primeras estrellas y nuestras miradas se pierden entre las sombras del anochecer a ver si vemos aparece a nuestros hermanos    por el camino real.
Nos preocupa su tardanza, además el hambre ya hace estragos en nuestros estómagos, en la cocina mamá mantiene el fuego encendido, papá aun no regresa del monte, anda cortando la leña para mañana preparar el horno, han sido largos todos estos días de hambre, no hay maquey, ni yambí,  el monte está desolado,  con esta prolongada sequía, hasta las aves escasean.
Desde aquí puedo ver el fuego de la cocina de Popó Candela, Negra su esposa debe estar haciendo la cena. Imagino a Miguela jugando con las sombras de la noche, más allá de las anacahuitas gemelas,  bajo los limoncillos florecidos de eternidad, de la tía Tatín. El orgullo nos impide ir a pedir  un poco de comida a las casas ajenas, preferimos morirnos de hambre, inmersos en nuestra soledad. Desde aquí escuchamos las canciones tristes de la vellonera del negocio de Andrés Longo, cierro los ojos y se me humedecen de estrellas.
No sabemos que horas es, pero presentimos la presencia cercana de nuestros hermanos, oteamos el horizonte, el viento nos trae su olor mezclado con el olor de los pescados, suspiramos tranquilos, ya podemos sentir sus pasos certeros en la oscuridad, silban, para decirnos que ya llegaron, viene felices, cargados de tilipias y jicoteas. En medio del patio nos abrazamos bajo el cielo infinito de estrellas, mamá sale y también los abraza, nos preparamos debajo de la mata de javey, para quitarles las escamas a los pescados, ellos apartan un poco para llevarlos a sus casas, son muchos no nos lo comeremos todos esta noche. Papá llega, sudoroso, con toda la oscuridad de la noche pegada en la piel, deja a Julia, libre, que se acerca hasta donde nosotros estamos, rebuzna y sacude la cabeza y la estruja contra nuestras espaldas, es su manera de decirnos, yo también estoy aquí, León ladra alegre, juguetea, salta,  nos lame las piernas y luego se acomoda en el suelo junto a nosotros.
Después de limpiar los pescados, buscamos un lugar en el patio donde encender una fogata y nos sentamos alrededor de ella, ya mamá hierve los pescados,  hace un cardo con sal, ajo y orégano, no hay nada más, pero será suficiente por el día de hoy, reímos, contamos historias, entonamos viejas canciones ancestrales, León nos mira con asombro y Julia descansa hasta que mi padre la lleve al lugar donde pasa la noche, cerca de la casa debajo de la mata de café cimarrón, ella y León son parte de la familia, después de comer, Felipe, se irá  dormir con la tía Aurora y Ñonó, se irá a donde Amantina, ella  lo crió desde muy pequeño. Más allá de la alambrada los grillos cantan incesante a las estrella.
Entre mis ojos cabe todo el universo, la noche huele a bosque seco, a luna llena y caldo de pescado, busco el calor de mis dos hermanos mayores, me siento entre  ellos y los miro con orgullo, ellos son  buenos pescadores y mejores cazadores,  un día seré como ellos y podré ir por el monte y  llegar más allá de los limites ancestrales y cazar la quimera, para entregarle a mis padres la felicidad eterna.
Mamá nos llama, es hora de comer, entramos a la casa, en la sala la llama de la lamparita jumeadora danza al compás del viento, por momentos parece que se apagará, para luego renacer de sus cenizas como un ave fénix,  está sabroso el caldo, sólo que la tilapias tienen muchas espinas hay que comerlas con sumo cuidado para que no se quede una en la garganta, es una pena que no apareció un coco para cocinarlas, nos quedan algunas tilapias para mañana y tres sabrosas  jicoteas, para los días siguientes, podremos invitar a otros vecinos  para  compartir  la comida.
Manuel, mí pequeño y solitario amigo hace rato se fue, tal vez con hambre, imagino que vive allá, muy lejos, donde se ve aquella lucecita distante, él nunca ha querido llevarme a su casa.
Ya comimos, es hora de dormir, Felipe y Ñonó se despiden entre abrazos y sueños y me dicen que mañana temprano me llevarán con ellos a las distantes regiones del norte, a cazar, que me prepare, que pasarán a las seis de la mañana por mí, cada uno toma el rumbo de su casa, me quedo en el patio hasta que se desvanecen en la oscuridad, miro al cielo y luego me voy a la cama tan feliz que el corazón no me cabe en el pecho, mañana por fin,  podré ir cazar.
Nosotros conocemos y amamos cada palmo de nuestra tierra, amamos al viento, las nubes, las aves, los árboles, los animales, las mariposas, la lluvia, la primavera que hace florecer al bosque,  cada camino tiene un  horizonte  que termina en nuestros sueños y en definitiva, nuestro amor por la madre tierra, es el amor por la vida, es el amor a Dios que lo ha creado todo tan perfecto.
Para mí lo más importante es que se acerca el día en que podré atravesar los límites ancestrales del monte y atrapar la quimera, para entregarles a mis padres la felicidad eterna.  
Mientras cierro los ojos, escucho los tambores lejanos que invitan para mañana en la noche a bailar en el patio de la abuela Mamá Tita, la danza de la lluvia para conjurar la sequía.

Domingo Acevedo.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Casas de teja maní.












Fotos de Domingo Acevedo, tomadas en San Simón un pueblecito de Neiba, las casas son de taja maní propias del sur del país, son ellas de tablitas entrelazadas y barro.